2008/09/20

ATASCO EN EL WATER

(O: CÓMO LA CACA DEL VECINO LLEGÓ A FLOTAR EN EL LAVABO DE MI NUEVA CASA)

Hoy ha sido un día histórico, memorable, de aquellos que te hacen entender que las diferencias en el desarrollo de los países marcan el día a día de las personas. Hoy se ha atascado la tubería del lavabo en mi nuevo apartamento pekinés. Hace dos semanas me mudé a un bloque de apartamentos más céntrico que el anterior, junto a la estación de metro Donsishitiao y el teatro PolyPlaza. Se llama Sun City y tiene cuatro bloques. Mi amigo Mario me advirtió de que el mío fue construido un poco después para las familias desalojadas de los hutongs del centro y que era de peor calidad. No le creí hasta hoy.
Este mediodía, muerta de sueño por culpa del jet lag - que me ha hecho dormir hasta las 12 del mediodía como un tronco - me he metido por segunda vez en la ducha. La primera fue hace una semana y nada malo ocurrió. Pero hoy, al salir de la ducha (una de esas prefabricadas con chorro masajes, un capricho de mi landlord chino), he notado algo extraño. Mis pies chaopoteaban. Apenas veía nada, sin gafas ni lentillas, pero podía ver que el color de la toalla de los pies era un poco más oscuro de lo habitual. Empapada. Cuando me he puesto las gafas casi me da un infarto. Resiguiendo con la vista hasta donde llegaba el agua, he acabado en la sala de estar. El charco se detenía justo enfrente del televisor gracias a una pequeña alfombra. Y yo descalza. "Podría haberme electrocutaaaaaaaaaaadooooooooooooooooo", he pensado, cabreada. No tenía mocho, ni escoba, ni nada de nada, así que he escurrido el agua con las alfombrillas como he podido las y me he largado al Wu Mart (imitación china del super americano Wal Mart) a comprar el equipo de limpieza.
Al volver, he llamado al chico del management, un chino de unos 18 años, que ha subido armado con un desatascador de goma y un tornavís. "Mei wenti", (no hay problemas), me ha dicho, después de echarle un vistazo de un minuto y medio al desguace asqueroso (en china los desguaces siempre son asquerosos, un mero tubo de plástico enganchado como pueden al agujero en el suelo, suben los olores apestosos en d¡ías de viento).
No me he fiado un pelo del chavalín y he puesto una lavadora - la primera desde que estoy aquí - para comprobar que pasaba. ERROR. .GRAVE ERROR. SEGUNDA INUNDACIÓN DEL DÍA.
He vuelto a llamar al management. Esta vez han subido dos chavalines que, cuando han visto el agua, me han dicho: "has tirado el papel de Wc al lavabo?"... Pues sí. Alguna vez sí, jolines, pero sólo llevo dos días en este piso, es imposible que ya se haya atascadooooo. Pues no sé que ha pasado. Pero en tres minutos tenía a los tíos desmontándome el lavabo y la caca del vecino (prefiero pensar que no era la mía) flotando por el suelo. Estoy asqueada, mareada por el calor y la visión hiorripilante de ese líquido marroncillo cubriendo la superfície blanca de mi WC...
Y cuanta agua... ha venido una china con un aspirador especial para agua y ha hecho lo que ha podido para llevársela de ahí. Pero cuando se han ido, mi lavabo, mi nueva casita, eran lo más parecido a un campo de batalla. Viva la calidad de la construcción en China. Esta noche me tomaré tres gintonics y brindaré para que el desarrollo de Occidente llegue por fin al gigante asiático. A la mierda la democracia en China. Que empiecen primero por construir cañerías y desguaces para que la mierda se vaya como dios manda ....

A.

2008/09/18

BACK TO BEIJING

Me quedan 8 horas de sueño en mi cama de niña en la casa de mis padres, cerca de Barcelona. Mañana regreso a Pekín, después de una semana disfrutando del cielo azul y despejado del Mediterráneo, de familia, amigos y de una maratón de comidas y cenas que me han obligado a comprar pantalones nuevos. ¿Me espera el estrés? ¿Qué estrés puede haber en Pekín? Una de las cosas que más valoro de los pekineses y, en general, de los chinos, es su parsimonia y su calma para ir por el mundo. Mirarlos aquí, en plena partida de mahjong:


La foto me la hizo mi amigo Aritz Parra, también periodista. Este club de mahjong está en un hutong viejo y destartalado frente a la puerta norte del Templo del Cielo. No puede verse desde la calle, porque antes de los JJOO construyeron un muro de cemento para ocultar los hutongs más feos a los visitantes extranjeros. No vaya a ser que pudieran estropear la "imagen perfecta" de Pekín. Tengo que acordarme de pasar por ahí para comprobar si el muro sigue en pie.
A.

2008/09/02

Sin media naranja en China




He perdido a mi media naranja en en China y siguen sin interesarme las famosas naranjas de este país. Sólo me interesan las berenjenas: "Qiezi". Pronunciada en chino, la palabra suena como a "cheese". Así que ya os podéis imaginar lo que dicen los chinos cuando se hacen una foto de grupo: "qieeeeziiii"




A.